25 abr. 2024
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BAILES Y RADIOTEATRO EN GENERAL OBLIGADO



-Una vecina se sentaba debajo de la planta de pomelo de su patio. No se perdía ningún capítulo. No quería visitar a sus hijos que vivían en Buenos Aires porque la novela ocupaba un lugar importante en su vida.



-El 11 de septiembre el club General Obligado de nuestra ciudad cumple el centenario de su fundación.


-Era común en la institución una vez inaugurada su pista de mosaicos, organizar bailes populares. Los más concurridos eran los de carnaval. Y no era una noche, eran varias. Tampoco se hacían únicamente allí, sino en todos los clubes deportivos de la localidad.


-En el año 1953 por ejemplo, mes de febrero, corsos por calle General Obligado entre calles Mitre e Iriondo. Calles de tierra, bien regadas a la tardecita para que puedan pasar las murgas y mascaritas, que por centenares, desfilaban en el lugar.


-También lo hacían los niños en el corso infantil, que arrancaba una hora antes.


-Los bailes de carnaval en General Obligado se anunciaban para los días 14, 15, 16, 17, 19, 21 y 22 de febrero, con música de todos los ritmos, luz, colorido, alegría y buen humor, con grandes parrilladas para los asistentes. Fue reina del carnaval del club ese año Lotty R. Díaz.


-También organizaban bailes Central Reconquista, Racing Club, el Tenis Club, el Ateneo Social y el Centro de Artesanos. Todos a la vez, lo que indica con claridad que había lugar para que funcionen todas las pistas.


-Otro evento popular que tenía lugar en los clubes locales, pero principalmente en General Obligado y Racing Club, era la presentación de la obras de radioteatro que entre las décadas del 60 y del 70 brillaban en las provincias de Corrientes (Goya), Reconquista y zona rural.


-Me acuerdo que siendo muy chico, asistía a ver los espectáculos en vivo después de seguir sus alternativas por Radio Goya en horas de la siesta.


-“Hormiga negra me llaman y vengo de San Nicolás, y si alguno quiere probar si esta hormiga es brava y pica, salgan machos a pelear y veremos quién se achica”.


-“Siempre fui un gaucho honrao y obediente con la ley, trabajando como el buey, pero como me han clavao su picana la justicia y segao por su codicia el alcaide me sentencia, sin más que mi conciencia, yo mesmo me haré justicia”.


-Así arrancaba Alfonso Amigo, que era habitual que todos los años presente una obra de radioteatro rescatando principalmente historias de gauchos perseguidos por la justicia.


-“El gaucho Hormiga Negra”, “Juan Moreira”, “Santos Vega”, “Nazareno Cruz y el Lobo”, “La Rubia Mireya”, “Jacinto Cielo”, “Mate Cocido”, “El León de Francia”, “Isidro Velázquez”, son algunos de los títulos que recuerdo que presentaba en Goya y luego en Reconquista y zona, en cada pueblo, localidad y paraje a los que asistían teniendo como sitio de presentación el club, la capilla, la vecinal o cualquier pista cerrada o al aire libre, que en este caso, se cerraba con lonas a su alrededor.


-El público en forma numerosa seguía atentamente cada movimiento, desde el armado de la escenografía hasta su despedida. Durante la presentación la gente participaba activamente respondiendo con silbidos o con alguna cargada, mezcla con insulto, que tenía como principal destinatario al villano de la obra, quién a veces contestaba desde el escenario, aunque procurando que la sangre no llegue al río para evitar problemas mayores.


-Estaba el gaucho justiciero, el más aplaudido, que vivía con su madre que sufría mucho por el destino de su hijo, y la bonita dama que era disputada por el villano también. El gracioso del grupo, generalmente interpretaba a algún peoncito de estancia.


-Juan Carlos Miranda, que después termina encabezando su propia compañía cuando Amigo deja de venir, era el villano de la obra y era tan buena su actuación, que un día Pedro se acuerda que en el club Obligado asistió a ver la novela con un tío, se enojó tanto, estaba tan molesto con Miranda, que desde el medio de la concurrencia lo desafiaba a pelear.


-En Reconquista, como dijimos más arriba, eran Obligado y Racing los que siempre organizaban la presentación del radioteatro. En ambos clubes se ponían sillas y desde muy temprano ya empezaban a ser ocupadas por el público.


-Iban familias enteras a ver la novela y todos pagaban su entrada. Terminada la presentación, los actores eran aplaudidos de pie por todos los asistentes. En el campo, en la zona rural, en los parajes, había otros condimentos porque la gente era generosa y en ocasiones recibían regalos, algún pollo, lechón o chivos, que demostraba la gratitud del público presente.


-El radioteatro o la novela como la llamaban, es una historia muy recordada por la comunidad barrial que la vivió, porque formó parte de su vida y cada capítulo era seguido con mucha atención. Siempre terminaba con suspenso la transmisión radial, así que dejaban la puerta abierta para que nadie se perdiera la audición al otro día.


-Todas las actividades se paraban en cada casa cuando empezaba, cada capítulo era imperdible y había mucha imaginación en la gente, una especie de magia que se desprendía de la radio y que a todos atrapaba con su relato.


-Una vecina se sentaba debajo de la planta de pomelo de su patio. No se perdía ningún capítulo. No quería visitar a sus hijos que vivían en Buenos Aires porque la novela ocupaba un lugar importante en su vida.


-El club General Obligado fue escenario de estas historias que permanecen todavía en el imaginario popular de toda nuestra región.


-Reconquista también tenía su compañía de radioteatro, encabezada por Alejandro Miguel e Isabel Storani. Espero algún día poder publicar al menos un artículo sobre su historia. Me acuerdo cuando presentaron a salón lleno en el club Talleres la obra “La Rubia Mireya”.


FOTO: Gentileza de Claudia Longhi. Orquesta Don Atilio. se llamaba así porque era el nombre del padre de varios Longhi que tocaban allí. Se vistieron de mujer para un baile de carnaval en el año 1956.


Del muro de Aldo Sotelo

11 sept. 2022, by: FM 98.3

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