“La recuperación del feriado de carnaval fue una lucha absolutamente importante”
Coco Romero, autor del libro “La murga porteña, historia de un viaje colectivo”, habló de la polémica en torno de los días no laborables por el carnaval, del protagonismo de las mujeres y advirtió sobre una necesaria evolución de la celebración. “Hay que liberar las puertas de la creatividad”, dijo.
Coco Romero es un reconocido murguero, historiador, escritor y tallerista con más de 40 años de trayectoria en el mundo del carnaval. Es autor del libro La murga porteña, historia de un viaje colectivo, editado por Ciccus.
Consultado por Canal Abierto Radio sobre los objetivos de su investigación, Romero señaló: “La murga es un modo que está en toda la geografía del carnaval. Uno puede encontrar en todas las provincias la historia de la murga. Con este libro he intentado poner luz sobre un fenómeno que a nadie le interesó demasiado”
Por otro lado, se refirió a la polémica sobre los feriados reinstalados en 2011, luego de 35 años de prohibición impuesta por la dictadura en 1976.
“La recuperación del carnaval me pareció una lucha absolutamente importante, primero en el ámbito de CABA y después la recuperación del feriado a nivel nacional”, subrayó.
Sin embargo, advirtió sobre las posibilidades que tiene la celebración de seguir desarrollándose: “Me parece interesante empezar a tener miradas distintas sobre la fiesta, yo soy de la idea que hay que barajar y dar de nuevo”.
“Hay que empezar a articular las diferentes disciplinas artísticas –detalló-, no puede haber solamente murgas en los corsos, tiene que haber coros, titiriteros, bandas de folclore, el disfraz tiene que estar presente, el audiovisual, generar estéticas distintas, no se sabe la cantidad de cosas diferentes que hay para hacer, hay que refrescar la cabeza, el carnaval es el teatro del pueblo y el pueblo se tiene que apropiar de él”.
Sobre su trabajo de jurado en las murgas de la Ciudad de Buenos Aires, Romero destacó: “Una cosa que me llamó la atención es que las murgas son femeninas. Las mujeres predominan tocando, bailando, hay murgas en las que prácticamente no hay varones. Es un siglo en el que lo corporal ha sido castigado, uno está todo el tiempo frente a una pantalla o un teléfono, lo virtual te hace creer que vos tenés tu cuerpo pero lo sacás al espacio público y no sabe de que se trata”.
“Hay que liberar las puertas de la creatividad, el pueblo con el arte también crece, yo creo en la educación no formal a través del arte, por haberme formado en la dictadura, soy un tipo que vivió la dictadura haciendo arte con un colectivo muy grande, nosotros nos formamos para resistir a la dictadura, entonces, ¿cómo no vamos a formarnos en plena democracia?”, sintetizó.
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