Maximiliano Pullaro ante jóvenes evangélicos: "Ocupen lugares de poder" para transformar la realidad
El gobernador participó del encuentro "Reino Influencia y Poder" al que asistieron 7 mil fieles. Política, fe y su vínculo con ese credo.
Mano a mano con Maximiliano Pullaro: semblanza de un convencido
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, participó de un multitudinario encuentro evangélico en el que además de orar para que “se cierren las puertas del infierno” en la provincia, instó a los 7 mil jóvenes asistentes al encuentro que “ocupen lugares de poder para transformar a la sociedad”.
El encuentro en el Salón Metropolitano se titulaba "Reino Influencia y Poder" y fue organizado por los líderes de la iglesia Santuario de Fe (es la más grande de Rosario) y la presencia de Pullaro fue organizada por Pablo Carlini, uno de los pastores evangélicos que tiene trato constante con el gobernador. El otro es Walter Ghione, diputado provincial y conductor del espacio político Una Nueva Oportunidad (UNO), aliado del mandatario y miembro minoritario de la alianza Unidos. “La relación con ellos es cotidiana”, afirman los que frecuentan al gobernador.
El diputado Ghione llegó en 2019 a la legislatura de la mano de la ola celeste anti aborto que encabezó en Santa Fe Amalia Granata. Pullaro tejió una relación cercana con el pastor, a tal punto que le confió a ese sector el manejo de la Agencia de Prevención de Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de Adicciones (APRECOD).
Los evangélicos, un sector religioso codiciado por distintos sectores de la política, se han convertido en parte de la base electoral que le permitió a Pullaro imponerse con holgura en las elecciones para la gobernación, en septiembre del año pasado.
Alianza espiritual, social y política
El radical sostiene desde hace unos tres años un vínculo cercano con los representantes de la iglesia evangélica. Los visita con frecuencia, valora la tarea social que desarrollan, en especial en los territorios más complejos. También, dentro de las cárceles.
“Tienen una capilaridad que les permite llegar a las familias de muchos sectores atravesados por la violencia, donde están logrando en muchísimos casos evangelizar o salvar, como dicen ellos, a muchos chicos que están atravesados por el delito. Hacen un trabajo que el gobierno valora mucho”, aseguran los colaboradores de Pullaro.
Cerca del gobernador confirman que es habitual su presencia en encuentros evangélicos. “Prácticamente está yendo todos los domingos a alguno”, confirmaron a Letra P.
El gobernador profesa la religión católica y mantiene también un vínculo fluido desde sus tiempos como ministro de Seguridad con el padre Ignacio, un sacerdote afincado en Rosario, de enorme popularidad y carisma. Más de una vez ha destacado que logró darle paz en los tiempos más complejos de su gestión. “Lo contenía mucho en momentos en que Maximiliano sentía culpa por los hechos de inseguridad que se repetían”, indican cerca del gobernador.
Un freno a la inseguridad y a las "tinieblas" en Santa Fe
Pullaro visita iglesias evangélicas de la periferia de Rosario, pero también las que están ubicadas en el centro. Lo ha hecho, también, con templos ubicados en otros lugares de la provincia, un recorrido que inició al menos hace dos años y que nunca abandonó.
“Les pido a ustedes como cristianos que puedan salir a evangelizar, que puedan llegarle a cada persona. Llevar la palabra de Dios a cada rincón de Santa Fe porque va a ser la única manera de que podamos ganar la batalla. Vamos a poder vivir más tranquilos, en paz. Y vamos a vivir mucho, pero mucho más felices”, sugirió Pullaro el sábado pasado, frente a 7 mil jóvenes evangélicos. Luego les pidió que se “comprometan” y acepten el desafío de ser “parte del Estado”.
“Lo que necesitan los gobiernos, en todo el mundo, es que cristianos, con valores cristianos, ocupen lugares de poder para transformar la sociedad”, les explicó.
En el encuentro del fin de semana el pastor Sensini recordó que mantuvieron con gente de distintos credos una reunión con Pullaro tras las elecciones y antes de que asumiera, en la que les pidió que “prediquen el evangelio”, porque es lo único que “transformaría la provincia”.
El pastor Marcos Brunet tuvo a cargo la oración final. Parado junto a él, siguiendo el rezo, estaba Pullaro. “Si la autoridad legalmente establecida en este territorio elige la justicia, la verdad y los principios de la palabra de Dios vamos a ver un freno de las tinieblas en esta ciudad como nunca antes. Ponemos fin, se cierran puertas del infierno en Rosario, en Santa Fe. Sale a la luz toda delincuencia. Narcotraficantes van a tener que convertirse o irse porque no se oirá más de violencia en este territorio”, confió Brunet.
Al final, Brunet y Pullaro se abrazaron. El gobernador le agradeció al oído por la oración. Los siete mil jóvenes aplaudían, emocionados.
Por Mauro Aguilar
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